::::::::::::::::::::::·················Dibujo: Martín Carpaneto::::::::::::::::::::::::::::::::::::::::::
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Algo en el ambiente me hace darme vuelta bruscamente para ver a la presencia que sentí a mis espaldas.
Ahora son pisadas, provienen de las escaleras que suben a la última habitación.
Cautelosa salgo de la cocina para escuchar mejor desde el hueco de la escalera.
Contuve la respiración: pensé que podía escuchar palabras al revés. Vibra un grito agudo. Una diferente
tonalidad llama a mi nombre: ···············,················,·················· .
Empieza a llover, y yo, a correr temerariamente-estúpida hacia un sonido desconocido horrendo- hipnotizador.
La agitación me hace resoplar junto a la última ventana: sin vidrio, de pie sobre el marco, vistazo aéreo (faltaría agregar que vacilé, pero que no pude salvar a mi “objeto”- se escapó metros abajo- por el envión de la corrida)

::::::::::::::::::::::::::::::::::::::::::::::::::::::::::::::::::::::::::::::::::::::Mi cuerpo se desplegó con los brazos abiertos, ojos cerrados, intercostal movimiento, boca que se abre, aire. Los mecanismos de siempre, algo me hizo oírlo, entre el repiqueteo de las gotas que lloraba el cielo, nuevamente una voz.
Ropa, músculos y huesos se desplomaron sin vida. El último abrir y cerrar dejó una mirada humanamente traumada, atemorizada. Dejé cuerpo ahí. Supremamente incorpórea, escapo inmaterial del paisaje urbano que se ve desde las azoteas. Si lo deseo gateo sobre tu cuerpo, hoy ya perdí el mío para temblar. Por lo pronto, compruebo que me elevo, sí, sé volar.


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es el juego quiero estar ahí en la penumbra sh


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