las moscas
sobre el cuerpo inerte
hermoso
ego
excitado grande
coartado por mis propias manos
desmembrado con dientes afilados
mordiéndonos sabrosos, cediste
suaves sombras
rápidas presencias
de tu ausencia estimulada
(espasmódica lucidez)

mientras me absorbés
una vocecita no pervertida, cursilería
clamé tu silencio
por oírnos gemidos
(fluidos)
tu mutismo de mutante cotidianidad
silenciás
(volcados)
y no callabas
(infrenables)

volaban apresuradas
por sitiarte:
se infectaba la carne
sangre insuficiente
alma huye y corre
(seca)

el espejo, la penumbra colorada
desaparecieron de tu mente
ojos desorbitados incomprendían
la acción ¿narcótica, carnal?
no, deliciosa
(vacía)

y solo yo
me persigno ante
las cenizas
que nadie encontrará
en mi cena
(muerta)

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